Todos tenemos un olor que nos transporta a un momento concreto y una canción que siempre nos hará sentir felices, tristes o que será capaz de despertar en nosotros una gran cantidad de emociones.
En un momento en el que lo inmediato está a la orden del día, que lo que pasa por la mañana ya es historia por la tarde, resulta muy difícil dejar huella y plantar esa semilla que nos haga capaces de recordar.
Las marcas, conscientes de ello, invierten tiempo y dinero en crear una marca visual llamativa que permita al consumidor reconocerla nada más verla. Sin embargo, hay un elemento que no ha sido del todo explotado y que cada vez va cobrando más fuerza e importancia dentro de una sociedad en la que se han puesto de moda los dispositivos con entrega de audio incorporada como los podcasts o livestreaming. Hablamos del audio branding o más conocido como identidad sonora.
Sin perder de vista que la música tiene un impacto muy significativo en lo que sentimos y en cómo lo sentimos, el audio branding emplea este elemento para lograr transmitir los atributos y el mensaje de la marca en forma de sonido. El objetivo es construir un sonido de marca que sea capaz de representar la identidad y los valores de la organización de manera distintiva y reconocible para que así el usuario pueda reconocer automáticamente la composición sonora a modo de seña de identidad o de firma. Esto puede lograrse a través de un jingle, un audio logo, una voz específica o un estilo de música.
Diversos estudios han demostrado que el sonido es capaz de humanizar una marca y permite llegar de manera más eficaz a los sentimientos del consumidor: la música y la voz que estén en sintonía con la personalidad de la marca generará respuestas favorables y aumentará el recuerdo. Compañías de telefonía móvil, aplicaciones informáticas, o incluso medios de comunicación ya empiezan a emplear esta vía para aumentar las posibilidades del recuerdo de sus productos o servicios.
Lo cierto es que cualquier empresa, sea del tamaño que sea y se dedique a sector que se dedique puede emplear este elemento diferenciador y beneficiarse de sus muchas posibilidades.
Tanto si buscas impactar en las decisiones de tus clientes, formar parte de los recuerdos de las personas o mejorar la lealtad hacia tu marca, seis notas pueden ser suficientes para conseguirlo. La clave, además de la consistencia y la repetición, es fijar un objetivo y encaminar el audio branding hacia el público al que te dirijas. ¿Público joven? Quizás un sonido optimista, ¿público estresado? Quizás elementos que infundan paz, tranquilidad y sosiego.
Cualquier elemento es válido para lograr un sonido de marca siempre y cuando no se pierda de vista el objetivo final del mismo. Lo importante es subirse al tren del sonido en el que cada vez más empresas van montadas ya que, seguramente, aquellas marcas que no tengan presencia de audio pueden llegar a perder toda presencia en el mercado.